7 noviembre, 2011
FUENTE, FOTOS Y AUTORÍA: AGENCIA SUBVERSIONES
La
peregrinación del pueblo wixárika en su lucha por la vida
En su camino por defender Wirikuta el
pueblo wixárika ha logrado construir un frente histórico de lucha con carácter
regional que resultó en septiembre de 2010 en la formación del Consejo Regional
Wixárika, órgano integrado por los gobiernos tradicionales y agrarios de las
comunidades de San Sebastián, Santa Catarina y Bancos de San Hipólito, que se
une en una sola voz extendida, a través del Frente en Defensa de Wirikuta
Tamatsima Ha´a (FDW)[1] hacia la sociedad
civil, para manifestar que “no puede haber negociación posible con la empresa
minera y el gobierno federal, cuando lo que está en juego es la vida de un
pueblo”.
El peregrinar del pueblo wixárika por
la defensa de la vida comenzó hace cientos de años cuando los primeros
peregrinos salieron de Haramara, San Blas (Nayarit) en busca de la luz que
iluminara al mundo; desde ese entonces los wixaritari se han dedicado a
protegerlo y librarlo de la oscuridad de la noche. Elevando sus rezos, ellos acuerdan
con los antepasados la continuidad de la vida y la permanencia del sol en los
cielos.
Ese es el destino de estos legendarios
peregrinos, cuya vida fue marcada por los pasos firmes de sus antepasados que
les heredaron esta importante tarea: la defensa de la vida. Y
siendo esta su tarea epopéyica, no han dejado ni dejarán de peregrinar con tal
de protegerla.
Así lo han manifestado a través de sus
prácticas ancestrales, de su peregrinar cíclico y desde su ritualidad
cotidiana; y así lo manifiestan ahora frente a la amenaza atroz de las empresas
mineras transnacionales Firts Majestic y Minera Golondrina, que buscan reventar
las venas del territorio sagrado de Wirikuta, donde circula la sangre y energía
que hacen palpitar su corazón.
La lucha por la vida es inclaudicable y
Wirikuta representa eso, un pilar fundamental de la vida y del universo, de “la
integridad de Wirikuta depende que se mantenga el equilibrio de la vida en el
universo” y dañarla significaría ir contra la propia existencia, así lo aseguran
los wixaritari que advierten que es más fácil indemnizar a las empresas mineras
que han adquirido concesiones en este territorio, que cargar con la tragedia
que implicaría destruir Wirikuta.
El peregrinar por la defensa de la vida
no tiene fronteras
Los wixaritari con sabiduría y
serenidad, se han unido en un sólo rezo y en un sólo canto para hacer escuchar
su voz de protesta ante el gobierno federal, ante instancias internacionales y
ante los representantes de los intereses transnacionales.
Desde que la garra sin escrúpulos del
capital transnacional apuntó hacia su corazón sagrado, los wixaritari se han
valido de todos los recursos jurídicos a su alcance, tanto a nivel nacional
como a nivel internacional, asi como de todas las acciones de resistencia
pacífica posibles con tal de echar atrás los megaproyectos mineros de las
empresas First Majestic Silver y Minera Golondrina[2] que juntas tienen 30 concesiones que
les fueron otorgadas por el gobierno federal y que les permitirían devastar
este territorio sagrado.
Ante esta amenaza de destrucción y
agravio a su cultura, en una carta emitida el 9 de mayo del 2011 a la
Presidencia de la República, el pueblo wixárika expresó su palabra urgente a
Felipe Calderón:
Señor presidente, somos originarios de
este país, somos la raíz antigua y reiteramos: No nos destruyan la cultura
wixárika, no se destruyan ustedes mismos por ignorancia de no saber lo que
contienen esos valles de Wirikuta y esa sierra donde se ilumina el mundo.[3]
No obstante, este atropello que
comenzara con la violación del pacto de Hauxa Manaka[4] (Durango, 2008), donde Felipe
Calderón se compromete a proteger los sitios sagrados de los wixaritari, se
extiende con la evasión y el letargo de las respuestas por parte del Ejecutivo
Federal, que el 7 de junio turna el caso de Wirikuta a las Secretaría de Medio
Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), a la Secretaría de Economía (SE) y a
la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI).
En una segunda carta entregada el 23 de
agosto a Presidencia, el pueblo wixárika expresa su desacuerdo y preocupación
por la forma en la que han abordado el problema estas instancias federales, que
hasta esa fecha no habían emitido ningún tipo de respuesta al caso que
les fue asignado.
Pero así como lo han
advertido en las cartas entregadas y a pesar de la anuencia gubernamental, el
pueblo wixárika ha continuado su peregrinar en el “camino difícil pero
firme en convicción” de detener la amenaza que se ciñe sobre el
corazón de la vida y de su cultura.
Los viejos y jóvenes sabios wixaritari
saben que más allá de los amplios horizontes de su visión del mundo hay otras
formas cargadas de ambición y de obscuridad, saben del poder y de sus argucias,
y saben que hay que ir a poner límites allá donde las cosas se definen. Y es
por eso que este año llevaron su peregrina lucha más allá del territorio
mexicano.
A principios de febrero de 2011 los
wixritari viajan a ciudad de Mirando, Texas, para reunirse con la Iglesia
Nativa Americana (NACNA)[5] que resuelve hermanarse con el pueblo
Wixárika en el Frente de Defensa de Wirikuta Tamatsima Waha´a y coordinarse con
el mismo para demandar la cancelación inmediata de todas la concesiones
mineras. Además, la NACNA se compromete a apoyar “política, técnica y
económicamente la aplicación de un modelo alternativo de desarrollo en la
región de Wirikuta”.[6]
Para el 19 de mayo, los wixaritari
vuelven a cruzar fronteras y comparecen ante el Décimo Foro Permanente de la
ONU para denunciar el caso y solicitar la intervención de la ONU en la solución
de sus peticiones[7]; hecho que ha tenido eco en
la participación activa de James Anaya relator especial de la ONU comisionado
para llevar el caso de Wirikuta, así como en los recientes resultados de la
reunión que mantuvo una delegación wixárika el 28 de octubre con integrantes
del Alto Comisionado de la ONU que se manifestaron por “dar seguimiento y
atención directa a la violación de derechos de los pueblos indígenas que
suponen las concesiones mineras en la región”[8].
Mismo en mayo, vestidos con sus trajes
tradicionales y llevando un bastón tradicional como símbolo de solidaridad con
los pueblos del norte, los delegados wixaritari Jesús Lara Chivarra y Cilau
Candelario Valadéz, viajaron desde la sierra de Jalisco y Nayarit para entrar a
la junta anual de los accionistas de First Majestic Silver Corp. En principio,
los cuerpos de seguridad les prohibieron el paso, pero finalmente pudieron
entregar su mensaje a la empresa y al mundo:
“Ellos nos trataron de intimidar, pero
nuestra presencia aquí lo hicimos para demostrar que podemos venir a su tierra,
hablar su idioma y no nos intimidan aunque nos pongan policías, nos pongan
obstáculos…”[9]
Los wixaritari han dejado claro que su
peregrinar en esta lucha ha llegado y llegará a donde sea necesario, que su
defensa de la vida no tiene fronteras. De esta manera, bien firmes y con la
cabeza en alto, con sus ropas tradicionales coloridas, bordadas con venados,
hikuris -símbolos de su cultura- el pueblo wixárika ha ido en busca de los
hombres del poder y del dinero; se ha erguido ante los altos funcionarios de la
ONU, de la transnacional canadiense First Majestic Silver, y del jefe del
Ejecutivo, Felipe Calderón para manifestar que el Pueblo Wixarika no va
a negociar, porque el corazón de su madre, la tierra, no se vende.
El MPJD y las otras víctimas de la
guerra
Al lado del Movimiento por la Paz con
Justicia y Dignidad (MPJD) el pueblo wixárika encaminó su peregrinar en la
llamada “ruta del dolor” acompañando en su recorrido por el país a las
víctimas de la guerra contra el narcotráfico.
De norte a sur la demanda de “alto a la
guerra” se internó las entrañas de un México desgarrado por la violencia atroz
de los grupos criminales y el Estado mexicano, cuyo fracaso habla a través de
los más de 50 mil muertos, 20 mil desaparecidos y miles de desplazados y
huérfanos que ha dejado esta guerra.
Además del dolor inconmensurable de las
víctimas, las caravanas[10] recogieron la voz e indignación de
los pueblos originarios del norte y del sur cuya historia de agravios se cuenta
en “la larga noche de los 500 años” denunciada en 1994 por el Ejército
Zapatista de Liberación Nacional.
La demanda de “paz y justicia para los
pueblos indígenas de México” de nueva cuenta se hace presente, ahora en un
escenario de agravios potencializados por la guerra contra el narcotráfico, por
la creciente incursión de grupos paramilitares y criminales en territorios
indígenas, y por la voracidad del sistema capitalista neoliberal cuya cara
servil a los intereses extranjeros deja asomar su rostro más brutal.
La historia aún es presente y la guerra
de baja intensidad contra los pueblos originarios ahora toma forma de
destrucción de los territorios, de desplazamiento, de desapariciones forzadas,
de asesinatos, de violación a los derechos fundamentales, de acoso militar y
paramilitar, de represión y de criminalización.
Así lo expresa la palabra de los pueblo
originarios que en esta ruta del dolor se manifestó a
través de los p’urépechas de Cherán, de los nahuas de Ostula, de los wixaritari
(huicholes) de la Sierra Madre Occidental, de los rarámuri (taraumaras) de
Chihiuahua, de los coras y tepehuanes de Durango, de los mepa´a (tlapaneos) y
na´a savi (mixtecos) de la Policía Comunitaria de Guerrero, de los triquis de
San Juan Copala, y a través de la memoria masacrada de las Abejas de
Acteal.
Los agravios hacia las comunidades
indígenas no han cesado y por el contrario se disfrazan de nuevas formas de
brutalidad que se manifiestan a través de una guerra por el control de los
recursos y los territorios, que a su paso amenaza la existencia de culturas
milenarias, tal es el caso de los wixaritari que hoy ven en peligro la vida y
permanencia de su pueblo por las empresas transnacionales.
En su camino por defender Wirikuta, en
el marco del MPJD los wixaritari se hicieron escuchar a lo largo del recorrido
de la Caravana al Sur donde su palabra también se extendió a través de la voz
del Javier Sicilia, que en Xalapa, Veracruz, hizo una advertencia a los
gobernantes y un llamado a la comunidad internacional:
“Tocar Wirikuta es un crimen contra la
humanidad, Wirikuta es el espíritu de un pueblo que se ha vuelto el espíritu
universal, tocar Wirikuta es tocar el cosmos; si la tocan es un crimen
imperdonable. Hacemos un llamado muy severo y muy fuerte a las autoridades y lo
señalamos frente al mundo que si tocan Wirikuta y se lo entregan a empresas
mineras y sobre todo extranjeras están cometiendo un crimen contra el cosmos,
los señalamos y le pedimos a la comunidad internacional que presione para
salvar Wirikuta”.
Junto con el MPJD los wixaritari han
establecido un diálogo directo con los representantes del gobierno federal,
ello pese a su reticencia de dar escucha a las demandas indígenas incluidas en
el Pacto Nacional firmado el 10 de junio de este año en Ciudad Juárez,
Chihuahua.
Desde el primer Diálogo por la Paz en
el Castillo de Chapultepec llevado a cabo el 24 de junio, hasta el segundo
encuentro con el ejecutivo del pasado 14 de octubre; hubieron 16 diálogos con
representantes del gobierno y miembros de la sociedad civil, en los cuales hubo
un avance lento y deficiente que resultó en el segundo encuentro con una
réplica mediocre frente a las demandas puntuales del movimiento, donde el tema
indígena fue nulificado por parte del representante del Ejecutivo, Felipe
Calderón, que al tener que responder sobre las demandas de los pueblos
originarios contestó: del tema indígena no voy a hablar, para
después vanagloriarse de “todo” lo que su gobierno ha hecho por las comunidades
indígenas.
Pese a los intentos por invisibilizar
su presencia e impedir que un representante de los pueblos indígenas ocuparon
un lugar en la mesa de intervenciones; en una intervención audaz, Santos de la
Cruz se paró ante la comitiva gubernamental –predispuesta a un “diálogo” que
para ellos no es más que un espectáculo mediático- y tomó el micrófono para
exigir de cara al ejecutivo la cancelación inmediata de las concesiones mineras
otorgadas en territorio sagrado de Wirikuta.
Salvemos Wirikuta:
Corazón sagrado de México “El Momento es Ahora”
El FDW ha asumido
desde su conformación la lucha en defensa del territorio sagrado del pueblo
wixárika, llevando acabo acciones de vinculación con la sociedad civil, de
recaudación de fondos, de difusión y de cobertura.
En el marco de estos esfuerzos,
acompañados por integrantes y organizaciones de la sociedad unidas en un solo
frente de lucha, el pasado 26 y 27 de octubre, tuvieron lugar las
movilizaciones de la jornada “El momento es ahora. Salvemos Wirikuta, Corazón
sagrado de México”, que en un acontecimiento histórico, logró movilizar desde
la Sierra Madre Occidental a una delegación del pueblo Wixarika de
aproximadamente 200 indígenas, entre autoridades, jicareros, consejos de
ancianos, mujeres y niños, que llegaron a la ciudad de México representando a
cada una de las comunidades que lo conforman, para exponer las razones de la
legítima defensa de su territorio y su cultura, y a hacer un llamado a México y
al mundo para su defensa.
A su llegada a la capital del país, el FDW y la delegación wixárika,
ofrecieron una conferencia de prensa en la que se explicita el mensaje que
vinieron a traer el pueblo wixárika a través de sus cuatro comunidades
principales, San Sebastián, San Andrés, Santa Catarina y Bancos de San
Hipólito, unidas en un solo rezo y canto de lucha:
“Hoy precisamente estamos aquí, no por
gusto sino porque existe esa necesidad y porque existe esa urgencia de que
aprendan esa palabra: respeto. Hacia el pueblo indígena, hacia el pueblo
wixárika y hacia todos los humanos (…) Eso es lo que estamos exigiendo, porque
nosotros sabemos cuidar el mundo, y a eso es lo que le estamos apostando,
cuidando el mundo, el planeta, a la madre tierra. Esa la palabra de nuestros
ancestros, y queremos que el estado mexicano lo tome minuciosamente y lo
considere, así como se ha vestido con los trajes wixaritari, comprometiéndose a
respetar nuestro sitio sagrado, que también se ponga la camiseta para retirar
esas concesiones. Wirikuta no se vende, se ama y se defiende. Hoy convocamos:
‘Salvemos Wirikuta, corazón sagrado de México’”.[11]
Por la tarde del día 26, los wixaritari
llevaron su palabra a la UNAM, en donde la comunidad universitaria dio la
bienvenida y manifestó su apoyo incondicional, también refrendado el día 27 por
estudiantes y académicos de la Escuela Nacional de Antropología e Historia
(ENAH).
Una vez que los rezos de la delegación
de 200 wixaritari se elevara en una ceremonia en la pirámide de Cuicuilco, para
dar luz a las velas de la vida como un solo pueblo; el día 27 por la tarde,
salió del Ángel de la Independencia una manifestación inédita, rica en colores y
convicción, que con la concurrencia de más de 3 mil personas intentó arribar a
la residencia oficial de los Pinos. No obstante, los pasos de este peregrinar
fueron detenidos por vayas y granaderos, que apenas permitieron el acceso a una
comitiva que pasó a entregar una nueva carta con la exigencias del pueblo
wixárika.
Así, a lo largo de estos días de
movilización, la palabra del pueblo wixárika hermanada con las voces que a
nivel nacional e internacional apelan a la conciencia sobre el significado
vital de Wirikuta, exigieron el cese a las pretensiones mineras y
agroindustriales que de concretarse conducirían a la destrucción del territorio
sagrado y de la cultura Wixárika, y más temprano que tarde, de la humanidad. “Es
un precedente histórico, sino se respeta Wirikuta, por lo tanto, no se va a
respetar el planeta”[12].
“Wirikuta no se vende”, estas son las
palabras que han acompañado el peregrinar de los wixaritari que en su camino se
va fortaleciendo a través de las voces que se suman a la defensa organizada de
Wirikuta, que se extiende desde los indígenas de la Iglesia Nativa Americana, hasta
el canto de artistas reconocidos como Rubén Albarrán de Café Tacuba, Roco y
Moyenei de Sonidero Mestizo, Lengualerta; y de actores como Daniel Giménez
Cacho, Gael García Bernal, Ana Claudia Talancón, José María de Tavira, Miguel
Rodarte y Damián Alcazar; así como de Manu Chao y Aterciopelados que también
han comprometido su apoyo.
No obstante la fuerza de la resistencia que ha venido gestando el pueblo wixárika, ahora acompañada por diversos sectores de la sociedad civil nacional e internacional, la garra del capital se posa acechante y sínica sobre Wirikuta, y las amenazas de la devastación natural, de la destrucción de la biodiversidad y de la pérdida del patrimonio cultural, son latentes.
Las transnacionales, cobijadas por el
gobierno, siguen apostando al desgaste, a la simulación y a la cooptación.
Ofrecen migajas de oro a cambio del agua pura, unos cuantos puestos de trabajo
a costa del Cerro del Quemado, más promesas de desarrollo por certezas de
devastación, residuos de plata y oro a cambio de su territorio sagrado, a
cambio de la vida. Es esta la lógica del capital, imposibilitada para
entender que la vida no está en venta.
Los pueblos indígenas de México vuelven
a dar lecciones de dignidad. En medio de la guerra y lo turbio de un panorama
nacional desesperanzador por incierto, el pueblo wixarika, los nahuas de Santa
María Ostula, las comunidades zapatistas, el pueblo de Cherán Keri,
las comunidades de la montaña de Guerrero, reiteran en un mensaje unísono: la
tierra y la propia cultura no se negocian, y en el camino por la defensa de la
vida no hay marcha atrás.
Hoy el reto es defender Wirikuta
partiendo de que la amenaza de desterritorialización y reestructuración de los
territorios indígenas, refuncionalizados a la dinámica del mercado
internacional, representan en lo inmediato una amenaza a su cultura y en el
caso de Wirikuta una amenaza para toda la humanidad.
La defensa del corazón sagrado de México
pasa ahora por un momento crucial, y es imprescindible asumir que la lucha del
pueblo wixárika es nuestra, pues Wirikuta es pilar que sostiene el mundo,
transmite conocimiento y permite la vida. Si no somos capaces de esta defensa
frente a la ambición voraz del capital transnacional y el gobierno desnacional,
entonces el destino de la humanidad es –como bien advierte el pueblo wixárika-
la vuelta a la obscuridad, la destrucción de la vida.
Las actuales y vigentes demandas del
pueblo Wixárika expresadas en la carta entregada al Ejecutivo en el contexto de
la movilización del 27 de octubre, señalan claramente sus exigencias
innegociables.
“Somos la Nación junta. Todas las
comunidades juntas. Todas las comunidades wixaritari puestas de acuerdo para
venir con ustedes a exigir que nos cumpla urgentemente las siguientes
peticiones que se basan en nuestros derechos constitucionales y en la palabra
que usted dio de proteger nuestros lugares sagrados en el pacto Hauxa Manaka en
el año 2008.”
1.
Cancele las concesiones mineras que el Estado mexicano otorgó en el área
Natural Protegida de Wirikuta, tanto en la Sierra de Catorce así como en el
bajío donde crece la planta sagrada Hícuri.
3.
Que se ponga en marcha un proyecto alternativo, que genere trabajo a los
pobladores locales y al mismo tiempo convierta a Wirikuta en una Área Natural
Protegida, que sea un modelo de conservación ecológica reconocida mundialmente.
4.
De igual forma demandamos que los sitios sagrados de Xapawiyemeta, en la laguna
de Chapala, Jalisco, Hauxa Manaka, en el estado de Duango, y Tatei Haramara, en
el puerto de San Blas, Nayarit, tengan derechos federales que garanticen su
preservación y regeneración ecológica y mantengan su condición de patrimonio cultural
wixarika blindados contra las privatizaciones.
5.
No es esta la primera carta. Le hemos entregado a través de diversas comisiones
de nuestras autoridades tradicionales y agrarias estas mismas peticiones. Y no
hemos obtenido respuesta. Hoy venimos hasta su casa presidencial de los Pinos a
pedir que nos escuche y que cumpla su palabra. Nuestros lugares sagrados son
tesoros de vida para todo el mundo. Es su obligación como presidente
protegerlo, ahora es el momento.
6.
Por último le solicitamos una audiencia personal con usted, en su carácter de
jefe del Estado Mexicano, con la finalidad de establecer una mesa de trabajo
para dar solución a los puntos antes mencionados. Esperamos su respuesta y
volveremso todas las veces que sean necesarias para cuidar la vida.[13]
[1]¿Quiénes somos? Para ampliar información
sobre el Frente en Defensa de Wirikuta Tamatsima Ha´a y sobre los miembros que
lo integran, consultar en:
http://frenteendefensadewirikuta.org/wirikuta/?page_id=366
[2] Para tener información más específica
sobre las concesiones, las empresas filiales que las adquirieron y las
extensión de superficie de las mismas en: Wirikuta: El corazón de la vida bajo
el acecho transnacional. Primera parte. Agencia Autónoma de Comunicaión
Subversiones.
[3] “Carta urgente del pueblo wixárika al
presidente de México y a los pueblos y gobiernos del mundo”, 9 de mayo de 2011.
Para ampliar el contenido e información de esta carta consultar en:
http://frenteendefensadewirikuta.org/wirikuta/?p=913
[4] Pacto Hauxa Manaka para la
Preservación y Desarrollo de la Cultura Wixárika. Periódico Oficial. Órgano del
Gobierno del Estado de Nayarit, 15 de noviembre del 2008. Para ampliar el
contenido del pacto consultar en:
http://wixarika.mediapark.net/sp/documents/2.PactoHauxaManaka.pdf.
[5] La Iglesia Nativa Americana de
Norteamérica, Inc. (“NACNA”) es una asociación internacional que representa a
los grupos y miembros pertenecientes a la Iglesia Nativa Americana en
Estados Unidos, Canadá y México en asuntos referentes al uso sacramental del
Peyote; y respalda los derechos de los miembros de las tribus federalmente
reconocidas en los Estados Unidos de América, así de Canadá de México.
[6] Para ampliar el contenido de el acta
de “Resolución para la Preservación de Wirikuta de la IGLESIA NATIVA AMERICANA
DE NORTEAMERICA” consensada por dicha organización el 12 de febrero de 2011
consular en: http://frenteendefensadewirikuta.org/wirikuta/?p=683
[7] “Declaración de Wixárika en la ONU”.
En: http://frenteendefensadewirikuta.org/wirikuta/?p=9
[8] La Jornada: “Oficina de la ONU ofrece
revisar sitio de conflicto”, 29 de octubre de 2011. Para ampliar contenido de
la nota consultar en: http://www.jornada.unam.mx/2011/10/29/politica/003n1pol.
[9] Tracy Barnett, “Encarando el miedo,
construyendo alianzas en Vancouver”, Proyecto Esperanza, 21 de Mayo 2011. En:
http://theesperanzaproject.org/es/2011/05/encarando-el-miedo-construyendo-alianzas-en-vancouver/
[10] Los días 5 de junio y y 9 de
septiembre salen de la Ciudad de México las caravanas impulsadas por el
Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD), encabezado por el poeta
Javier Sicilia, que se dirigieron al norte y al sur del país para internarse en
la llamada “ruta del dolor” de la guerra contra el narcotráfico y mostrar su
solidaridad a los Estados más azotados por la violencia atroz del crimen
organizado.
[11] Palabras de Santos de la Cruz en
nombre del pueblo wikárika, durante la conferencia de prensa del 26 de octubre
en la ciudad de México.
[12] Palabras de Santos de la Cruz, en el
Video “Marcha en defensa de Wirikuta”. En:http://www.youtube.com/watch?v=10rPvLohYMY&feature=share
[13] Carta al Ciudadano Felipe Calderón
Hinojosa, Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, México,
D.F. a 27 de octubre de 2011