Radio
Ñomndaa: palabras libres y verdaderas en los tiempos de la contrainsurgencia.
Segunda parte
Autonomías indígenas versus caciquismo en
la llanura de las flores (Parte II)
Guerrero,México
subterráneo,Reportajes
31
enero, 2012
Por:
Agencia Subversiones
Hay
un estado terrorista que pretende callar las voces críticas, desarticular y
amedrentar las luchas, con el miedo pretenden paralizarnos, pero nosotros no lo
haremos
Pronunciamiento
del 7° aniversario de Radio Ñomndaa
México entró al siglo XXI en medio de una
guerra intestina. Una sociedad y un estado se están pudriendo por dentro, entre
la sangre que se derrama en los 33 asesinatos diarios que se promedian a nivel
nacional en 2011 (65% de crecimiento, una de las tasas más altas del continente
[1]). Los grandes escenarios son la explotación
y el despojo, consecuencias de esa forma histórica del capitalismo, llamada
neoliberalismo. El “nuevo orden mundial” es una afrenta y una ofensiva contra
la población empobrecida en las ciudades y en el extenso campo mexicano; es un
asalto contra la naturaleza. El saqueo de recursos naturales viene de la mano
de privatizaciones y concesiones a gigantes transnacionales sobre los
territorios de los pueblos indígenas.
La “modernidad” capitalista a la cual
deberíamos ingresar con las maquilas, la reforma energética y el TLCAN, es un
pase de cuarta a la devastación de la guerra actual, a la eliminación de las
formas de resistencias colectivas. Éstas últimas, por el contrario, resurgen
tenazmente y de esto se trata el intento de consolidar el autogobierno indígena
amuzgo y una radio comunitaria en Guerrero.
Guerrero “moderno”. “Geografías de la violencia” y exterminio de los pueblos indios
El neoliberalismo ahondó la violencia,
potenció viejas desigualdades y creó otras nuevas, agudizando la pobreza de las
zonas rurales. En Guerrero, no destruyó los cacicazgos, se apoyó en ellos, los
benefició y arremetió contra los ejidos y la propiedad comunal con la reforma
al artículo 27 constitucional, que dio prioridad a los medianos y grandes
productores agrícolas, dejando de lado a las comunidades indígenas. El
capitalismo (neoliberal) también es el otro rostro feo del caciquismo.
A finales de los 80, el plan salinista
privatizador, fue replicado en Guerrero, por el malogrado ex-gobernador José
Francisco Ruiz Massieu. Perteneciente al círculo íntimo de la familia Salinas
de Gortari, Ruiz, dijo que el desarrollo turístico y las maquiladoras serían
los nuevos pilares de la economía guerrerense [2]. Anulando los subsidios así
como las empresas estatales, los bancos de crédito y la parafernalia que se
había creado en los tiempos de Echeverría para constrarrestar la guerrilla, se
dejó a los campesinos y a los pueblos indígenas en el mundo de las “libertades
de mercado”, donde éstos iban a ser aplastados por la apertura a las
importaciones y los precios “reales” [3]. La “modernización del campo” amenaza
los territorios comunales.
Es ésta la época en la que se registra el
gran crecimiento de la producción de enervantes, negocio que hasta ese momento
también había pertenecido a muchas redes caciquiles. El campo se cubrió de ese
rosáceo color de la amapola. Entonces mucho(a)s soñaron con el cielo y las
armas que podían comprar con el dinero obtenido gracias al lechoso líquido que
se extrae al rayar la goma, un nuevo oro blanco. Pueblos enteros se vaciaban de
manera obligada para dar paso a extensas regiones de plantíos de amapola. Los
narcos pueden otorgar semillas, transporte e insumos productivos. Muchos
campesinos ingresaron en la ecuación “Violencia – Producción de goma y amapola
– violencia elevada a la N potencia”, surgiendo nuevas familias y caciques con
mucho poder y conexiones políticas [4].
En un estado donde el 13.75% de la
población es indígena [5], muchas comunidades y regiones campesinas guerrerenses
comenzaron a desintegrarse y morir, cuando sus jóvenes y mujeres migraron a las
plantaciones del norte a piscar tomate, o cuando decidieron meterse al negocio
de la amapola. En el zedillismo, el foxismo y el calderonismo, se ampliaron y
profundizaron las cifras del horror, bajo el mismo esquema de desregulación
laboral y empoderamiento de las elites financieras y empresarios ligados al
gran capital transnacional.
Guerrero es el primer productor de amapola
en México, haciendo que el país sea el segundo en el mundo en proporcionar el
insumo principal para la heroína [6]. Para mucha gente es preferible tener
dinero asegurado por la venta de la goma que puedan obtener, a esperar algún
trabajo que el “presidente del empleo” había prometido en su campaña el 2006.
Para el 2011 los Cárteles del Golfo y el
Pacífico, La Familia Michoacana, Los Zetas, los Beltrán Leyva y Los Caballeros
Templarios se disputaban la gran plaza productora, comercial y de consumo de
drogas que representa Guerrero [7]. Desde el 2006, año de inicio de la guerra
calderonista, por las calles guerrerenses se viven las batallas más sórdidas
del narco, entremezcladas con las “equivocaciones” de la policía y los
militares, las cuales dejan decenas de “víctimas colaterales”. Producto de esta
conflagración, tan sólo en 2011, han sido ejecutadas más de 880 personas en la
entidad [8].
Migración indígena: guerrerenses buscan
trabajo en otras tierras dejando las suyas (Fotografía: Centro de Derechos
Humanos de la Montaña Tlachinollan)
Acapulco ya no es el gran centro turístico
que planeó Salinas, y los muertos que fueron rafagueados y/o torturados
brutalmente, llegan por piezas hasta la morgue de Chilpancingo. La ciudad
capital misma es ya una fosa común, un campo de batalla, un lugar perfecto para
las bandas de secuestradores y narcos. Ya no se distinguen bien las fronteras
entre la violencia estatal y la del narcotráfico. Es un rompecabezas de
nombres, cargos oficiales y nexos que casi nadie puede armar completamente, o,
mas bien, muy pocas y pocos, se atreven a armar y mostrar [9].
Un periodista jalisciense nos dijo que
ésta es tan solo una “geografía de la violencia”. El paramilitarismo y la
militarización que se dan en las zonas rurales, son las otras dos geografías
que se combinan con la primera, allí donde las cifras rojas se disparan junto a
los datos de crecimiento de la migración y de la pobreza extrema. Ambos son las
formas nuevas de la contrainsurgencia.
En 1997, cuando comenzaron a organizarse
los centros de defensa de derechos humanos en la Montaña, la violencia, que de
por sí en los 70 era grande en la Costa Chica y la Montaña, había crecido de
manera inverosímil en municipios como Tlacoachistlahuaca, con población amuzga
[10]. Las mujeres indígenas podrían testificar de las numerosas agresiones de
los militares, pero solo en dos casos paradigmáticos, los de Valentina Rosendo
e Inés Fernández, se pudo saber la verdad, establecer acusaciones y llevar un
juicio a soldados que tienen en sus manuales de entrenamiento, la violación
como método de tortura [11].
Comunidades enteras han sido desplazadas
por el crimen organizado y, uno a uno, los campesinos ecologistas están cayendo
en manos de comandos armados, de los policías y de los federales [12]. Pueblos
son cateados, inermes ante los fusiles de asalto de las tropas federales, y la
impunidad y el silencio oficiales. Las excusas del ejército, para sus rondas
por las comunidades, son las de la supuesta presencia de la guerrilla (el EPR),
y la del narco [13]. Pero por lo general, acosan a los poblados conocidos por
su organización indígena o campesina contestataria.
La masacre en El Charco de 1998, donde 11
tlapanecos-mixtecos murieron ametrallados por el ejército y la esterelización
forzada a los que fueron sometidos estos mismos pueblos indígenas, como parte
del plan de elementos de la secretaría de salud del estado en 1999, (ambos
hechos, ocurridos durante el primer gobierno de Ángel Aguirre [14]); son las
muestras más fehacientes de cómo aún se está imponiendo la “modernidad” a los
pueblos indígenas: una nueva colonización racista, una nueva guerra por
distintos medios, cuya finalidad última es el exterminio.
La destrucción está llegando junto a
planes de explotación, “desarrollo” y mega saqueo. En las gobernaturas de Ruiz
Massieu, Alcócer Figueroa y Zeferino Torreblanca, no cambiaron mucho las cosas
para los pueblos indios y campesinos. Todos esos gobernadores, intentaron
ejecutar proyectos hidroeléctricos e hicieron concesiones forestales que
afectaban seriamente a las comunidades [15]. Sucede algo semejante con los
recursos mineralógicos de la zona de la montaña, donde está la Policía
Comunitaria.
La versión guerrerense del salinismo, vino
con las antiguas redes de pactos y políticas prebendales y caciquiles. La
violencia no se ha detenido dentro de los municipios, y está siendo solapada y
ejercida por los pequeños y grandes caciques. Hay cosas se modifican así mismas
para no cambiar.
El autogobierno pensado en amuzgo
La reconstrucción social, las salidas al
panorama neoliberal y al genocidio, que se vislumbran, no pueden sino ser
pensadas desde la misma sociedad y su iniciativa, así lo entendieron las
personas de Xochistlahuaca, que viven cada día la violencia desbordada que se
apoya en los cacicazgos y las gobernaciones. Decidieron por tanto, organizarse
para hacer frente a los problemas que identificaron en su municipio. Algunos
plantearon que con la derrota del PRI en las últimas elecciones a la
gobernatura, se debilitarían los cacicazgos que dependían de este partido, pero
al parecer en Xochis no ha sido el caso.
El pueblo Nn’anncue Ñomndaa tiene una
tradición de lucha inscrita en la lucha nacional de los pueblos indígenas [16].
Como señalaba el investigador Miguel Ávila, en Xochistlahuaca desde hace varias
décadas se enfrentó el despotismo caciquil. En la década de los 70, se peleó
contra el poderío del cacique Rufino Añorve, avecindado en Ometepec, de
ascendencia española y de una conocida filiación al PRI [17]. Desde el 2000, la
lucha se ha establecido contra un “neocaciquismo” encarnado en Aceadeth Rocha
Ramírez, (conocida como “Chade” o “La Loba”), quien, según Avila, habría pasado
por las “altas esferas” del priísmo, conociendo a los Ruiz Massieu y a Beatriz
Paredes, quienes la apoyaron al momento en que ocupó cargos importantes e incluso
cuando fue de representante indígena a otros países.
El poder que ejercía a partir de
instancias estatales fue creciendo junto al que tiene como cacique. No obedece
ningún mandato de la comunidad, no vive en ella, y su relación con éstas, como
sucede con otros cacicazgos, es prebendal. Afirma David Valtierra:
"Actualmente es una mujer que es la
cacique de la región no solamente del municipio (…) lo que hace es romper la
organización comunitaria, que lo que hace es desconocer nuestros usos y
costumbres, algo que realmente nos ha partido la cohesión social (…)actualmente
en cada comunidad hay dos tipos de autoridades una es la autoridad formal
reconocida por las instituciones, por la cacique, y la otra es la autoridad
nombrada por el pueblo en asamblea, no tiene reconocimiento oficial pero si una
legitimidad (…) estamos divididos por las imposiciones, en este país, no se ha
reconocido a los pueblos indígenas como sujetos de derechos (…) Éste un
problema muy grande lo que ha ocasionado, porque políticamente se ha
aprovechado de esas faltas de reconocimiento para desconocer nuestras formas
propias de organización para dividirnos y confrontarnos y ella puede
aprovecharse."
Es evidente, según la(o)s compañer(o)s,
que Rocha obtiene beneficios de la explotación de recursos como la grava y
arena de los ríos de la región: “lo que ha hecho ella es saquear los recursos
naturales, por poner un ejemplo, ella tiene la constructora más grande porque
extrae grava, arena, de los ríos, de los arroyos. Los saca y lo mete en las obras
de carreteras, o sea, es un negocio redondo porque ella es la autoridad, va
agarra lo que es del pueblo, lo mete en un programa y construye carreteras y la
constructora de carreteras es de ella, es de su hijo, entonces prácticamente
todo se enriquece de esos manejos de que se hace”.
Los programas federales también son
gestionados por ella: “otro programa de Piso Firme, que es un programa federal
que llega para que la gente ponga su piso de cemento, entonces como ella es la
que vende cemento entonces a ella se la compra, ella vende la grava y pues son
sus empleados los que hacen el trabajo, todo es un negocio para ella, a partir
de ahí ella ha tomado poder económico impresionante, y por eso es que ella
puede influir en las decisiones de los jueces”.
Los abusos de la cacique durante su
gestión, cuando ésta trató de imponer autoridades, desconociendo a los
comisarios municipales que el pueblo había propuesto, desembocaron en
movilizaciones y enfrentamientos el 2001, entre la gente afín a Rocha y un
frente de personas inconformes con la división generada por la presidenta
municipal en las comunidades.
Basta de represión caciquil (Fotografía:
Radio Ñomndaa)
Éstas últimas tomaron el ayuntamiento
reclamando la salida de “Chade” de la presidencia municipal, pero fueron
desalojadas violentamente por el bando contrario. Allí, mucha gente fue
golpeada y una persona perdió un ojo. Recuerdan varias personas, que los grupos
de simpatizantes de Rocha eran ”gente paramilitares de (el poblado) Guadalupe
Victoria”, personas disfrazadas de campesinos, por lo que el enojo comunitario
creció. A raíz de esto, se creó el Frente Cívico Indígena de Xochistlahuaca
(FCIX), con una amplia participación de mujeres, en especial artesanas, el cual
exigió la salida definitiva la presidenta. Después de otra toma del
ayuntamiento en marzo de ese mismo año, y varias movilizaciones en
Chilpancingo, finalmente, quedó como autoridad interina Aquiles Polanco Añórve.
El frente se dividió por intereses
partidistas, (algunos decidieron apostarle al PRD, otros al PAN). El triunfo en
las elecciones municipales del 2002, lo obtuvo el primo de Rocha, quien
finalmente regresó como presidenta municipal luego de haber obtenido una
diputación estatal.
Sin embargo, antes de que sucediesen los
comicios, varios integrantes del Frente Cívico, quienes compartían las
propuestas del movimiento zapatista, decidieron plantear que la política
debería salir de los marcos de lo partidario y mas bien ejercerse desde un
autogobierno indígena, la propuesta tenía el apoyo de varias comunidades, por
lo cual comenzó a darse un movimiento al interior de éstas para recuperar a las
autoridades tradicionales. Gobernarse ellos mismos antes de que cualquier
candidato partidario ganase las elecciones.
Ya desde el mismo 1998, varias personas
habían comenzado el acercamiento con las autoridades tradicionales, viendo que
la vía electoral no tenía posibilidades ante el poder priísta. La alternativa
de organización autónoma se presentó como una experiencia efectiva, pensada con
ejidatarios y los principales de algunas comunidades.
Luego de los problemas que se dieron desde
el 2000, finalmente el 20 de noviembre de 2002, se declaró fundado un municipio
autónomo que se regiría de acuerdo a usos y costumbres, donde las autoridades
tradicionales ejercerían su trabajo “obedeciendo al pueblo, y no sirviéndose de
él”. El documento con el cual declararon la restitución de las autoridades
tradicionales en Suljaa’, hablaba de la recuperación de sus propias formas de
gobierno, un proyecto político que afirmaba categóricamente “hoy retomamos
nuestro camino”:
"nosotros los habitantes del municipio de
Suljaa’ (Xochistlahuaca), estado de Guerrero, establecimos un gobierno
municipal de acuerdo al derecho consuetudinario y a la cultura del pueblo
Nanncue Ñomndaa. (…)restablecimos nuestras formas tradicionales de gobierno que
desde hace tiempo fueron violentadas por el Estado Mexicano, quien desde hace
años impuso el régimen de partidos a nuestro pueblo, siendo que dicha forma de
hacer política no ha servido para el desarrollo de nuestro pueblo, sino para
conformar gobiernos corruptos, caciquiles, impuesto desde arriba por los
poderosos, que lo único que han hecho es empeorar la difícil situación de los
habitantes indígenas del Municipio [18]"
A través de este pronunciamiento, también
se denunció la intimidación, la violencia y las arbitrariedades de la cacique,
e incluso las golpizas y muerte de algunos comuneros, además de la complicidad
de las autoridades del gobierno estatal con Rocha.
El trabajo que se hizo con las autoridades
tradicionales, durante casi tres años, fue arduo y duro, porque no contaban con
financiamiento estatal: piscicultura, la biblioteca y la Radio comunitaria, que
comenzaron a dar sus primeros pasos. Se nombró a un representante para que protegiese
las tierras de la comunidad y velase por los asuntos agrarios de las mismas.
Genaro Cruz Apóstol fue elegido para tal propósito.
Otras ideas quedaron sin plasmar, porque
el gobierno autonómico en consolidación, fue atacado por las instancias estatales,
los partidos políticos y el poder caciquil, los cuales comenzaron a moverse en
contra de la iniciativa comunitaria independiente [19]. El 2007, Rocha aún se
negaba a reconocer a las autoridades indígenas, por lo que incluso El Carmen,
comunidad nahua de Xochistlahuaca, decidió acogerse al convenio internacional
169 de la OIT, para nombrar a sus comisarios y topiles. Las personas que
reivindicaron sus cargos comunitarios fueron sometidas a un juicio por el
“delito” de ejercer sus usos y costumbres [20]. El proyecto afectaba seriamente
los espacios de poder de la actual cacique y toda su familia, entonces ella y
otras instancias judiciales y estatales iniciaron el acoso y la persecusión
contra la(o)s iniciadores del Municipio Autónomo Suljaa’.
Para las elecciones del 2005 los partidos,
(especialmente el PRD), habían logrado resquebrajar la unidad indígena.
A las y los que quedaron firmemente
opuestos a la participación de partidos, les tocaron los procesos judiciales,
(el rostro sin máscara del estado), como los instaurados contra autoridades del
comisariado ejidal que formaron parte del gobierno indígena. Así le sucedió a
Genaro Cruz Apóstol, encarcelado y acusado de “privación de libertad” cuando se
intentó detener la venta de tierras comunales [21], Varias otras autoridades
autónomas y fundadores de Radio Ñomndaa, han sido constantemente perseguidos,
encarcelados y amenazados por los poderes locales. Sin embargo no se ha
renunciado a la posibilidad siempre existente de fortalecer un autogobierno
autónomo.
La mano negra estatal también saboteó el
proyecto, retiró el Registro Civil de Xochistlahuaca, por lo cual, el Gobierno
Tradicional en su primer año de labor, afirmó: “lo cual significa que para el
gobierno, un pueblo que decide caminar su propio camino no merece siquiera el
reconocimiento de sus nacidos y de sus muertos (empero) es motivo de fiesta el
seguir vivos y en la resistencia” [22].
Resistencia y construcción
Años antes David Valtierra, se había ido
para el hervidero que es Ciudad Monstruo, a estudiar en los cursos superiores
que no se impartían en Xochis. Llegó a la realidad citadina y a la UNAM. Allí,
fuera de su pueblo, aprendió a quererlo más, por eso regresó a Guerrero:
"¿Lo que uno vive no? de niño, y lo que
uno vive en la ciudad, lo hace uno regresar a su pueblo y a tomar una decisión
de hacer algo, entonces yo cuando terminé la universidad pues inmediatamente me
regresé porque aquí hay mucho trabajo por hacer, sobre todo un trabajo que
tiene que ver pues la resistencia por un lado, y por otro lado la construcción
a partir de un trabajo de conciencia de lo que significa nuestra historia, de
lo que significa la lucha de nuestros abuelos, de lo que significa que hay
otras alternativas siempre a lo que es el capitalismo"
Él y Romelia Ibarra (también colaboradora
en la emisora), afirman que el proceso que se llevó adelante desde el 2002
significaba pensar y emprender con una forma de gobierno indígena en un
complicado camino para ejercer sus prácticas políticas desconocidas de manera
sistemática durante décadas, por todas las instancias estatales. Mas allá,
David dice que se trataba ya de “organizar nuestra propia educación, nuestra
comunicación, nuestro sistema de salud: toda la vida es lo que hay que
replantear” [23].
Quizá los ancianos no le llamaban
autonomía indígena, pero el término fue pensado bastante a partir del
levantamiento zapatista del 94.
"nos encontramos con gente grande que
ellos no hablan de la autonomía, pero ellos lo han vivido, ellos son
principales que antes nadie les imponía quien iba a ser el comisariado, sino
que era una decisión pública de todos, entonces empezamos trabajar con ellos,
ya empezamos a reconstruir el gobierno tradicional y entonces nos vimos en la
necesidad de que era importante platicarnos entre pueblos, entre comunidades,
porque como que todo es división:”tú perteneces a otro municipio”, “tú eres de
otro ejido”, “tú eres de otra comunidad”, “tú eres de otro estado”, pero en
realidad somos un mismo pueblo con una sola historia de represión de
discriminación, pero sobre todo de lucha, de resistencia, de identidad, y
entonces pues la radio ofrecía una manera muy buena para empezar a platicarnos
y entendernos y fue que impulsamos la presión de las radios comunitarias, con
nuestra lengua Ñomndaa, que es la palabra del agua."
El camino es largo y escarpado, ya que la
autonomía no es un “modelo” que se pueda copiar e implementar, es, mas bien, un
ejercicio político que busca una alternativa que se construye en el camino, en
condiciones determinadas y muy contradictorias. Pero no existen muchas otras
opciones cuando te hallas en el mismo vórtice de la violencia proveniente de
tantos flancos y encubierta (y generada), por tantas redes de poder. Ante un
estado que tiene mil cabezas, cientos de garras, miles de dólares para sostener
a las fuerzas de seguridad, y a los consabidos “programas de desarrollo rural”
que son parte de la contrainsurgencia.
Radio Ñomndaa: Resistencia y construcción
(Fotografía de Prometeo Lucero)
La radio era y es un brazo de todos estos
intentos continuos para caminar, para reivindicar y planear un proyecto
autónomo, que ha atravesado diferentes experiencias. Ella surgió con los
esfuerzos por sostener un gobierno indígena sin recursos estatales, y, a pesar
de todo lo sucedido, se consolidó como un espacio referencial al aire que desde
su nacimiento quiere transmitir, en su propio idioma, palabras libres surgidas
de todos estos procesos de lucha.
Si una(o)s, mandaron despensa, dinero y
promesas electorales – partidarias, ofrecimientos para hacer “borrón y cuenta
nueva”; del otro lado, otra(o)s pelean por escapar de esta lógica, asumiendo
que la libertad, la justicia y la dignidad, pensadas desde un real autogobierno
indígena no son transables por nada.
Por eso Radio Ñomndaa es blanco visible e
inmediato para la guerra de alta y baja intensidad que los diferentes gobiernos
estatales y federales, apoyados en los grupos de poder regional, desataron en
su contra, bajo diferentes formas.
_________________
Notas:
[1]
http://www.eluniversal.com.mx/nacion/189648.html
[2] Bartra,
Armando (Comp.), Crónicas del Sur. Utopías campesinas en Guerrero, Era, México,
2000.
[3] Ibíd.
[4] Bartra,
Armando, 2000, Barrera, Abel, Guerrero: pobreza, cacicazgos y narcoviolencia,
Revista Contralínea, 15 de junio de 2008, año 7, No. 104 y Ocampo, Sergio,
Narcos optimizan sus cultivos en las costas, La Jornada.
[5] Flores, José
y Méndez, Alfredo, “Las luchas indias, sus intelectuales y la Universidad
Intercultural de los Pueblos del Sur (México)”, En: Revista Osal, Año VIII, No.
23, Argentina, Abril de 2008.
[6]
http://www.proceso.com.mx/?p=285649
[7] Flores,
Ezequiel y Dávila Patricia, “Guerrero, desquiciado”, En: Revista Proceso, No
1825 , México, 23 de octubre de 2011.
[8] Las muertes
alcanzaron también a los miembros de la campaña por la gobernatura del estado a
principios de ese año (Flores, Ezequiel, Guerrero: rivalidad de cárteles deja
880 muertes en 2011, 26 de diciembre de 2011, revista Proceso. El Universal,
“Guerra” narco deja más de mil muertos, sábado 1o de julio de 2006 y Flores
Ezequiel, “En Guerrero, la política sabe a sangre”, En: Revista Proceso, No.
1785, México, 16 de enero de 2011.
[9] Cristian
Hernández, “El Cris”, es un líder narco, hijo de “El Chaky”, quien fué un ex
judicial, participante de la “guerra sucia” de los 70, que actuó bajo las
órdenes directas del entonces gobernador, Rubén Figueroa Figueroa. Algunos
jefes de sicarios y asesinos son señalados por su presunta ligazón a las redes
de poder de la gobernación actual. (Flores, Ezequiel y Dávila, Patricia, op.cit.)
[10] Gasparello,
Giovana, “Policía comunitaria en Guerrero, investigación y autonomía”, En:
Política y Cultura, No. 32, UAM – Xochimilco, 2009, pp. 61 – 78
(http://redalyc.uaemex.mx/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=26711870004)
[11]
http://www.proceso.com.mx/?p=292668
[12] Ackerman,
John, Guerrero: justicia hipotecada, Revista Proceso, 1o de marzo de 2009.
[13] El Ejército
Popular Revolucionario salío a luz pública como guerrilla en 1996, a un año de
la “Masacre de Aguas Blancas” de 1995, donde la Policía Motorizada y Judicial
del Estado de Guerrero asesinaron a 17 campesinos en Coyuca de Benitez, como
forma de intimidación contra la Organización Campesina de la Sierra Sur.
http://www.tlahui.com/tlahui2/aguas.htm. Sobre la incursiones militares en
comunidades indígenas se puede ver la sucedida el 2011 en Tlacoachistlahuaca:
http://www.lajornadaguerrero.com.mx/2011/03/26/index.php?section=sociedad&article=008n1soc.
[14]http://www.derechos.org/limeddh/informes/charco.html,
http://www.lajornadaguerrero.com.mx/2008/01/24/index.php?section=sociedad&article=006n1soc
y La esterilización forzada deindígenas a través de engañono es un hecho
aislado:Falaces los argumentos de laSecretaría de Salud que figura en la página
de la Coordinación General del Programa de Equidad de Género del Poder Judicial
de la Nación
(http://www.equidad.scjn.gob.mx/spip.php?page=ficha_biblioteca&id_article=348)
[15] El primero
con el proyecto estrella de su gestión, la Presa de San Juan Tetelcingo,
anulada por una gran movilización el pueblo nahua en los 90; el segundo con sus
consesiones madereras a la gigante transnacional Boise Cascade el 95; y el
tercero con la Presa La Parota.
[16] Luchas que
abrevan de varias formas de resistencia y de búsqueda de independencia, como el
Consejo Supremo Amuzgo de Xochistlahuaca; su participación en la Coordinadora
Nacional Plan de Ayala y en el Consejo Guerrerense 500 años de Resistencia
Indígena y la formación del movimiento denominado “Rancho Nuevo de la
Democracia”. Pueden verse al respecto: Sarmiento Silva, Sergio et.al,
Movimientos indígenas y conflictos sociales, México Nación Multicultural-UNAM y
Secretaría de Asuntos Indígenas del Gobierno del Estado de Guerrero, México,
2009 y Bartra, Armando y Otero, Gerardo, “Movimientos indigenas campesinos en México:
la lucha por la tierra, la autonomía y la democracia”, En Moyo, Sam y Yeros,
Paris (Coords.), Recuperando la tierra. El resurgimiento de movimientos rurales
en África, Asia y América Latina, CLACSO, buenos Aires, 2008.
[17] Ávila,
Miguel Ángel, “Las vicisitudes del movimiento indígena”, En: Estado del
desarrollo económico y social de los pueblos indígenas de Guerrero, México
Nación Multicultural-UNAM y Secretaría de Asuntos Indígenas del Gobierno del
Estado de Guerrero, México, 2009.
[18]
Pronunciamiento del pueblo indígena amuzgo: El pueblo indigena amuzgo de
Guerrero reestablece el autogobierno, Municipio de Suljaa’ (Xochistlahuaca),
Guerrero, México, primero de diciembre de 2002.
[19] Gutiérrez
Ávila, Miguel Angel, “Las vicisitudes del movimiento indígena”, En: Estado del
desarrollo ecoómico y social de los pueblos indígenas de Guerrero, Programa
Universitario México Nación Multicultural-UNAM y Secretaría de Asuntos
Indígenas del Gobierno del estado de Guerrero, México, 2009.
[20] El Sur,
Exculpan a siete indigenas de Xochistlahuaca acusados de ejercer sus usos y
costumbres, 15 de septiembre del 2006.
[21] Clajadep,
Exigen indígenas amuzgos cesar la represión contra municipio autónomo, 22 de
julio de 2004.
[22] Declaración
de Suljaa, 20 de noviembre de 2003.
[23] Gasparello
y Quintana (comps.), Otras Geografías. Experiencias de autonomías indígenas en
México, Redes Tejiendo la Utopía, México, 2010,
SubVersiones
Agencia Autónoma
de Comunicación
Fotografías:
Centro de Derechos Humanos de la Montaña, Tlachinollan, Prometeo Lucero y Radio
Ñomndaa
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