Paramilitares de Oaxaca, en la impunidad:
eurodiputadas
Autor: Érika Ramírez
29 septiembre 2011 4
Fuente: Revista Contralínea
A un año y cinco meses del asesinato de
Bety Cariño y Jyri Jaakkola, no hay avances en las investigaciones para
aprehender a los culpables, aunque las procuradurías General de la República y
General de Justicia de Oaxaca abrieron expedientes después de la emboscada
ocurrida el 27 de abril de 2010, en la región triqui de San Juan Copala, donde
fueron abatidos. Los habitantes de esa zona indígena –simpatizantes del
Municipio Autónomo– viven en el exilio desde el 13 de septiembre de 2010, fecha
en que grupos armados ocuparon el pueblo
Cayeron muertos por herida de bala. Los
proyectiles de armas de uso exclusivo del Ejército, AK-47 o cuerno de chivo,
atravesaron sus cuerpos al ser emboscados en el paraje Los Pinos, comunidad La
Sabana, en la zona triqui dominada por la organización Unidad para el Bienestar
Social de la Región Triqui (Ubisort).
Alberta Cariño Trujillo, directora del
Centro de Apoyo Comunitario Trabajando Unidos, y Jiry Jaakkola, observador de
derechos humanos de origen finlandés, viajaban al frente de la caravana de paz
que pretendía llevar víveres a los habitantes de San Juan Copala. Su trabajo
humanitario quedó cegado luego de que un grupo paramilitar de la Ubisort atacara
a los activistas, maestros y periodistas.
A un año y cinco meses de los crímenes –en
donde además hubo más de una decena de heridos y cuatro personas desaparecidas
por un lapso de 60 horas– no existe ningún responsable aprehendido. “Éste es un
problema de impunidad, que prevalece en todo el país”, opinan las diputadas del
Parlamento Europeo, Satu Hassi y Franziska Keller.
En entrevista con Contralínea, las
eurodiputadas hacen un balance de la situación de acoso y hostigamiento que se
vive en San Juan Copala y en el país. “En una visión europea es inconcebible
que una población [haya] sido sacada de su comunidad, y a más de un año no
pueda volver”, comenta Satu Hassi, de origen finlandés.
Nulo avance
De visita en México, Satu Hassi y Franziska
Keller mantuvieron reuniones con altos funcionarios de los gobiernos federal y
de Oaxaca, y con el gobernador de esa entidad, Gabino Cué Monteagudo. En las
pláticas se reafirmaron compromisos pactados con la administración de Felipe
Calderón y el exgobernador Ulises Ruiz Ortiz.
Entre las “promesas” se encuentra el
esclarecimiento de los hechos ocurridos el 27 de abril de 2010, con la
detención de los responsables y garantizar el regreso de la población desplazada
a su comunidad.
“Vemos que hay voluntad política por parte
del gobernador Gabino Cué”, señala la parlamentaria finlandesa, Satu Hassi. Sin
embargo, “aún es difícil juzgar si esa voluntad penetrará a todas las capas de
su gobierno. La prueba esencial es que con la identificación de los culpables
sean llevados a la cárcel”.
Para la diputada de origen alemán,
Franziska Keller es importante que se lleve a cabo una responsabilidad
conjunta, a nivel estatal y federal, para garantizar la justicia. “Lo que definitivamente
ha cambiado es la actitud del gobernador de Oaxaca. Pero también sabemos que
hay problemas clave, como la protección a testigos o la falta de
encarcelamiento de inculpados. No hay un progreso real”.
Las peticiones
Las representantes del Parlamento Europeo
solicitan una investigación correcta, protección de los testigos y el retorno
de los habitantes de San Juan Copala a su comunidad.
“La gente está muy desesperanzada, no hay
seguridad. Nos dijeron que para ellos es clave que los inculpados sean
arrestados. Sólo así tendrán seguridad de regresar [a sus tierras]. Resolver el
caso completo es parte de volver a [tener] una vida normal en San Juan Copala.
Hasta ahora no hay garantías que a ellos les parezcan satisfactorias”, comenta
Franziska Keller luego de haber sostenido un encuentro en el zócalo de Oaxaca
con los indígenas triquis.
Desde junio pasado, unas 300 familias viven
asentadas en campamentos en el centro de esta ciudad, después de haber
realizado un recorrido por Oaxaca, Puebla, Estado de México y el Distrito
Federal en exigencia de garantías y paz para regresar a su centro ceremonial.
Como parte del trabajo desarrollado en
México, con las diversas instancias gubernamentales y de derechos humanos, las
eurodiputadas llevarán un informe de las actividades realizadas al Parlamento
Europeo, que será adjuntado a todas las embajadas representadas en el país.
Entre las acciones que se tienen previstas para exigir la aprehensión de los
responsables, los padres de Jyri Jaakkola realizarán una tercera visita a
México en los próximos meses. Satu Hassi indica que “aún no se ha decidido la
fecha, pero si el caso no se resuelve van a haber más visitas. De tal manera
[que] se puede suponer que el caso es seguido por el Parlamento Europeo a alto
nivel”.
Expedientes abiertos
David Peña, abogado del Municipio Autónomo,
explica que éste se encuentra abierto en dos instancias, la Procuraduría
General de la República (PGR) y la Procuraduría General de Justicia de Oaxaca
(PGJ). En la primera por la portación de armas de uso exclusivo del Ejército y
delincuencia organizada; en la segunda, por delitos del fuero común: lesiones,
homicidio y la privación ilegal de la libertad.
El problema sustancial, explica Peña, es
que a nivel federal no se tienen las armas para acreditar la portación, ni
testimonios que confirmen el hecho de delincuencia organizada. “No hay ninguna
red de investigación que nos señale cómo actúan los grupos ni quiénes los
financian”. Para ello, se han solicitado investigaciones al Centro Nacional de
Planeación, Análisis e Información para el Combate a la Delincuencia de la PRG,
y a Inteligencia Militar “y nadie tiene nada, no se puede vincular. Se necesita
gente de adentro que explique cómo funciona, quién aporta el financiamiento y cómo
está [constituida] la estructura”.
El abogado defensor de derechos humanos
señala que “el problema es que el gobierno [federal] dice que no existen
mecanismos para proteger a los testigos, no hay un programa institucional. El
que tiene [la] PGR es de protección a criminales redimidos. Si eres una persona
que quiere acusar a un delincuente no hay ninguna protección para ti. No hay un
marco jurídico adecuado, pero además no hay una visión de política pública que
tenga que ver con esta situación”.
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