Wirikuta: el
corazón de la vida bajo el acecho transnacional.
Segunda parte
México
subterráneo
21 octubre, 2011
FUENTE: AGENCIA
SUBVERSIONES
Wirikuta:
La historia de la minería
y el
presente de su devastación
La explotación de plata en la Sierra de
Catorce comenzó en 1779 cuando llegaron los primeros gambusinos o buscadores de
mineral para inaugurar la actividad minera, que abriría las puertas al
desarrollo y crecimiento económico de la región. No obstante, éste crecimiento
se fue relativizando por las guerras, los saqueos, la sobrexplotación de los
recursos y a medida que los mismos procesos modernizadores dirigieron los
beneficios de esta actividad a unas cuantas manos.
Cuando los mantos superficiales fueron
agotados en 1798, la necesidad de profundizar los tiros (túneles verticales)
que permitieran extender la explotación suelo abajo, implicó un incremento del
uso de los recursos maderables de la región destinados para mantener en pie los
socavones y atender las demandas del mismo crecimiento poblacional generado por
el auge minero.
Ello devino en una sobrexplotación del
medio ambiente agravada por el sobrepastoreo, ya que el uso de animales para
mover los malacates fue fundamental para hacer caminar esta actividad, por lo
menos hasta 1887 fecha en que comienza el proceso de electrificación de las
minas.
EN LA FOTO: Jorge Quijano. Director
turístico de Real de Catorce.
Jorge Quijano, Director turístico y guía
local de Real de Catorce, dice tener un bosquejo que demuestra como antes la
sierra de Catorce estaba poblada de encinos,
álamos y en menor medida mezquite; y como a partir de que los gambusinos fueron descubriendo las betas de
mineral, los recursos maderables fueron
destinados, entre otras cosas, para mantener en pie las minas mediante el uso
de espolones de madera que servían para evitar los derrumbes.
Los procesos modernizadores que
sobrevienen con la Revolución Industrial si bien impactaron favorablemente en
el incremento de la producción,
disminuyendo gastos de operación, el uso de mano de obra; y favoreciendo a su vez el mercado interno del
mineral y su tránsito por el país para su exportación a través del
ferrocarril; éstos no frenaron la explotación
de los recursos y por el contrario se incrementó el uso de la madera que fuera
utilizada como combustibles para hacer trabajar las plantas eléctricas, también
alimentadas en ese entonces con energía de origen hídrico.
La explotación no sólo heredaría una
región semidevastada, también traería
consigo un éxodo poblacional ocasionado por la volatilidad de la minería, que
sólo en los comienzos de la explotación significó la bonanza más o menos
generalizada para los pobladores de la región que después, a raíz de los
procesos modernizadores, fueron marginados de esta actividad, ahora bajo el
control total del capital extranjero y a merced de las exigencias del mercado
internacional.
Entre 1860 y 1890 la producción de plata
fue en aumento y casi simultáneamente el oro comenzó a ganar preferencia en el
mercado mundial, mientras México con el Porfiriato experimentaba un proceso de
transición a un modelo de producción capitalista acompañado por una creciente
demanda de mineral en el mercado internacional que marcaba las nuevas pautas
del desarrollo dirigido al crecimiento hacia afuera y a la inversión del
capital extranjero.
Mientras que la producción de plata perdió
preferencia en el mercado internacional se recrudecieron las condiciones de
competencia que, como un proceso inherente al desarrollo económico capitalista,
comenzó a establecerse en la dinámica económica de esta actividad, pasando de
una estructura productiva tradicional de crecimiento interno y de acceso a la
propiedad, a una estructura productiva
capitalista que dejaría fuera a todos aquellos que no tenían los recursos
necesarios para competir en el mercado mundial del mineral.
El último auge importante que registró
esta actividad en la Sierra de Catorce fue durante el Porfiriato para después
irse a pique durante la efervescensia social y política de la Revolución
Mexicana que alejó la inversión
extranjera, que para ese entonces era el principal motor de esta industria. Así
como la producción, la población de Real de Catorce también se fue a pique y de
los 12 mil a 20 mil personas que lo
habitaban en los comienzos de la explotación, ahora sólo le quedan un mil
doscientos pobladores.
Una vez superado este periodo de crisis el
último intento de explotación en la zona se registró en 1967 por parte de la
Compañía Grupo Catorce que explotó la veta madre de San Agustín hasta 1991,
única mina que siguió trabajando de las aproximadamente treinta[1] que se
asentaron en la región.
Wirikuta: La vida cotidiana entre la
violencia estructural
Entender Wirikuta implica sumergirse en la
complejidad de su paisaje, comprender
la otra parte de la realidad que
convive con esta riqueza cultural que la llena de vida desde las prácticas ancestrales
del pueblo wixárika (huichol). Es mirarla desde la quietud de sus paisajes
tapizados por órganos, guardianes de Wirikuta; testigos congelados en el tiempo
que susurran a través del viento la violencia estructural que se vive en esta
región.
No obstante a su riqueza ancestral,
Wirikuta también carga con una narrativa de pobreza y marginación social que durante largos años los procesos
modernizadores se encargaron de alimentar, dejando como herencia la
desarticulación de identidades y comunidades esteras insertas en dinámicas
desmovilizantes.
Wirikuta es un territorio habitado por
comunidades mestizas cuyos ejidatarios son los propietarios[2] de estas
tierras, todos marcados por una tradición minera que, si bien les concede una
relación identitaria con su entorno, desde hace tiempo éste dejó de
significarle arraigo a sus pobladores quienes en los altibajos de la minería y
particularmente al término de la misma en los años noventa, en su mayoría
tuvieron que emigrar a los centros urbanos más cercanos.
Don Vicente, Secretario del ejido de
Potrero que perdiera sus dedos de la mano derecha en un accidente en la mina,
cuenta que la última empresa que operó en la zona se llevó a casi la mitad de
la población a trabajar, agregando que la gente se fue en busca de la vida
porque en ese entonces ahí “todo había quedado muerto”.
“Yo tuve ocho hijos y se paralizó la mina
y todos se me fueron, uno se me fue a Durango y ya no regresó, tiene siete años
que no le veo la cara” asegura doña Francisca, Consejera del ejido de Potrero y
agrega que la población “la mayoría está toda fuera ¿por qué? por la misma
necesidad, aquí está canijo, porque no hay trabajo”.
EN LA FOTO: Don Vicente, Secretario ejidal
de Potrero.
Potrero es una comunidad de
aproximadamente 1000 habitantes que se ubica a una hora de Matehuala y a quince
minutos de Real de Catorce. De sus 400 familias que en 1990 la habitaban ahora
sólo quedan 120 que subsisten, entre otras cosas, del comercio, haciendo
trabajos de limpieza de los hoteles en Real de Catorce, del mantenimiento y
limpieza de la mina, sacando el antimonio de los tiros, de albañiles, de guías
turísticos, de la cria de chivos y del
trabajo de la tierra.
Ellos son los mutilados de la mina,
personas y pueblos enteros enmarcados por las ruinas del progreso que heredara
para las futuras generaciones una región impactada por la deforestación, la
alteración del ciclo climático y la creciente pobreza que devino en un fenómeno
migratorio ocasionado por la falta de oportunidades reales para el libre y
pleno desarrollo de la vida.
La migración[3] aún sigue marcando a este
territorio y a sus familias que no tienen problema que la actividad minera se asiente nuevamente si ello significa una fuente de trabajo que
frene la migración de sus hijos, que ante la falta de empleo se van a otras
entidades como Monterrey, Tamaulipas, Jalisco o Zacatecas.
El turismo, las agroindustrias, el
pastoreo de chivos y en menor medida la siembra de maíz de temporal y de riego,
componen la actividad económica de la región, identificada principalmente por
el turismo nacional e internacional que durante todo el año llega a Wirikuta en
busca de la excentricidad del desierto cuyos principales atractivos turísticos:
Real de Catorce, el pueblo fantasma, el Cerro del quemado y el híkuri
(peyote), le dan el valor comercial a este
territorio.
No obstante, ninguna de estas actividades
representa opciones reales para sus habitantes que mantiene sujetas sus
necesidades primarias a los tiempos del turismo y a la escasa y deficiente
oferta de trabajo que sale de Cedral, Matehuala, Real de Catorce; o bien de las
agroindustrias y tomateras que captan la mano de obra barata de las
comunidades, principalmente de la zona del bajío.
En el caso de las tomateras éstas también
representan en lo inmediato una industria sumamente agresiva para el medio
ambiente en particular para el híkuri
que literalmente es arrasado por esta agroindustria, ya que en el
proceso de acondicionamiento de los terrenos para la siembra de tomate se
barren cientos de hectáreas que albergan a esta planta sagrada. La industria
tomatera interviene además en la contención de la lluvia al lanzar cohetes que
sirven para dispersar las nubes y evitar que ésta manche los tomates.
Aunque en la región se implementa el
sistema de riego el campo también ha dejado de representar una opción para los
lugareños sujetos en su mayoría a la siembra de temporal ya que la disminución
de las lluvias ocasionada por la deforestación, cuyo promedio oscila entre 340
y 380mm anuales, brinda pocas certezas a las comunidades que sólo cuentan con
el agua concentrada en el subsuelo y en los manantiales para el aprovechamiento
local, que pese a la deficiente infraestructura para su distribución,
constituye una fuente de certidumbre para su vida que les sería arrebatada en
caso de que se consumara la explotación minera.
La mineria: El futuro incierto
Según los promedios y estándares generales
de la mineria moderna, una mina utiliza
por lo menos 10 mil litros de agua por tonelada de piedra extraída, lo cual
implica un uso indiscriminado de este recurso que impacta directamente en la
alteración de los ciclos hídricos de los mantos acuíferos subterráneos y
superficiales de la región, así como en la progresiva disminución de este
recurso.
En América Latina existen experiencias
como el caso del altiplano potosino del sudoeste de Bolivia, lugar donde se
implementó el megaproyecto de extracción de plata, zinc y plomo de la empresa
Minera San Cristóbal que en 2007 comenzó la explotación a cielo abierto en esta
región semidesértica, perforando pozos de donde extrae diariamente entre 40 y
50 mil litros cúbicos de agua del subsuelo, que además es agua fósil que data
de 10 mil años atrás, según el informe del hidrogeólogo estadounidense Robert
Moran[4], quien advierte sobre los niveles críticos a los que puede llegar esta
región en caso de que la empresa minera continúe con dichos niveles de bombeo
durante su vida activa que se proyecta a 20 años, los cuales ya comienzan a
sentirse entre sus pobladores[5].
En el caso de la explotación a cielo
abierto[6] que la empresa Minera Golondrina pretende llevar a cabo en el sitio
sagrado de Kauyumaritsi en Wirikuta, según ejidatarios de la región, ésta habla
de utilizar el agua del pozo de la zona de riego de las Margaritas, donde según
el Plan de Manejo de Wirikuta sólo se permite su uso para el consumo local y no
industrial.
El impacto ambiental de la minería además
de sentirse en el uso irracional del agua
también es tangible en sus métodos sumamente agresivos para el ecosistema y para los seres humanos, ya que el
empleo de sustancias como el cianuro[7] o el xantato[8]; y los metales pesados
por sí mismos, pueden ocasionar severos daños a la salud del ser humano, además
de envenenar el agua y la tierra que a través de los procesos de filtración se
contamina viéndose afectada en su producción y corriendo el riesgo de hacerse
improductiva.
Jorge Quijano cuestiona la viabilidad de
la minería: “ellos mismos saben que el agua que utilicen va a afectar la
región, la ecología, la agricultura, por qué, porque es agua contaminada ¿qué
se espera para nosotros?
Comunidad de Potrero, Mpo. de Catorce.
En el caso de Potrero a tan sólo algunos
metros de distancia de esta comunidad se encuentra una presa de jales [9]y
según testimonios de sus habitantes las tierras ubicadas en el perímetro que
las rodea están “envenenadas” y han dejado de producir como debieran.
En 2010 el huracán Alex —que desatara
intensas lluvias en la región— provocó deslaves del material contenido en las
presas de jales de Potrero y San José de Coronados. Respecto a eso los estudios
realizados por la Universidad de Guadalajara en coordinación con la Asociación
Jalisciense de Apoyo a Grupos Indígenas (AJAGI) sobre el material deslavado
desde la presa de jales “detectaron una concentración de 54 ppm de antimonio,
cuando la doctrina científica asegura que 9 ppm para tener un impacto negativo
en la salud humana”.
Preocupado por tal situación el Consejo
Regional Wixárika se ha pronunciado extendiendo su apoyo a las comunidades del
desierto que se han visto expuestas a “la contaminación del agua que beben, al
incremento de enfermedades respiratorias, gastrointestinales o incluso cáncer
debido a los venenos usado en la minería y el efecto de sus residuos
químicos”[10].
Pese a que First Majestic asegura que “la
mayor parte de las actividades de exploración se llevará a cabo en áreas
subterráneas y probablemente no serán vistas”[11] también reconoce que “algunos trabajos” pueden
llevarse a cabo desde la superficie. Ello en vez de abonar a la clarificación
de la información abona a la incertidumbre que de por sí impera en torno a este
panorama de agravios y violaciones explícitas hacia el lugar sagrado de
Wirikuta, hacia sus peregrinos ancestrales y hacia sus habitantes.
La incertidumbre en torno a los impactos
de la actividad minera también se incrementa en la nula transparencia de la
información ya que para estas fechas First Majestic Silver aún no presenta su
estudio de impacto ambiental e incluso no cuenta siquiera con los permisos
ambientales por parte de la Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales
(SEMARNAT) y el único informe Técnico “accesible” en su página con número de
serie NI 43-101[12] consta de 77 páginas escritas en ingles.
No obstante a lo anterior, el gobierno
Mexicano a través de la Secretaría de Economía en su reporte no. 51 de Coyuntura de la Minería Nacional con
fecha del 11 de octubre del presente año, insiste en anunciar el arranque del
proyecto de la “Minera Real Bonanza de Real Majestic en Real de Catorce”[13]
que se plantea inicie en 2012.
A cambio de devastar la región y de
ocasionar severas afectaciones ecológicas que mermarían aún más la condición y
los modos de vida de sus pobladores,
Fisrt Majestic en la comunidad de Potrero ofrece talleres de platería,
cocina y guitarra además de un Museo de Minería[14], prometiendo empleo para
aquellos que concluyan satisfactoriamente su estancia en los talleres y para
aquellos que se interesen en trabajar
en las minas.
No obstante, la generación de empleos
viene a ser una cortina de humo ya que cualquier actividad minera se plantea
límites en el tiempo. En el caso de First Majestic la explotación está
proyectada para 10 años, por lo que ésta supuesta opción de trabajo tampoco
resulta ser una salida real para los habitantes de la región que al concluir la
explotación regresarían a su condición de vulnerabilidad agravada por el daño
ambiental que herede la actividad minera para este territorio.
La ruptura del tejido social, la
transgresión de lo sagrado, la destrucción física y simbólica del territorio,
la descolectivización de los recursos, la contaminación ambiental con
impacto en la salud, el uso irracional
de los recursos hídricos en detrimento de los modos de vida y la migración; son
algunos de los problemas que atraviesan la historia de esta región, cuyos
costos serían irreparables si First Majestic, Minera Golondrina o cualquier
otra minera consumara la explotación en Wirikuta.
No obstante, en
su camino por defender Wirikuta el pueblo wixárika ha logrado construir un frente histórico de lucha con carácter
regional que resultó en septiembre de este año en la formación del Consejo
Regional Wixárika, órgano integrado por los gobiernos tradicionales y agrarios
de las comunidades de San Sebastián, Santa Catarina y Bancos de San Hipólito,
que se une en una sola voz extendida a través del Frente en Defensa de Wirikuta
Tamatsima Ha´a hacia la sociedad civil, para manifestar que “no puede haber
negociación posible con la empresa minera y el gobierno federal, cuando lo que
está en juego es la vida de un pueblo”….
[1] Entre las
minas que estuvieron en actividad en esta región están: “La Purísima,
Valenciana, San José de Santa Ana, Guadalupe de Veta Grande, Concepción,
Guadalupito, Estrella, Zacarías, San Miguel, Dolores, Santa Eduwigis,
Altagracia, Ánimas, San Jerónimo, Santa Ana, Campanita, Señor de Matehuala,
Refugio, Socavón del Refugio, Rayas, Naranjera, Cinco Señores, San José de Gracia,
Ángeles, San Eduardo, El Refugio, Señor de los Milagros, San Agustín, Santa
Maria, San Antonio, Promontorio, Socavón del Venadito, San Román, Guadalupe del
Desierto, San Francisco de Pipí, San Juan de Boquiero, Sereno, Dolores
Trompeta, San Rafael, San Plutarco, San José de los Villanos, La Luz, La
Escondida, San Vicente, La Filosofal, Candelaria, Gibraltar, La Merced, Mina de
los Pobres, Descubridora, Señor de Zavala o Padre Flores, más otras pequeñas
catas que casi no dieron producción”. Para ampliar la información consultar en:
http://www.realdecatorce.net/histo.htm
[2] El
reconocimiento de la posesión de los territorios que tradicionalmente son
ocupados o usados por los pueblos indígenas para actividades “tradicionales y
de subsistencia” es también uno de los temas que contempla el Convenio 169 de
la OIT es su artículo 14. Para ampliar la información en:
http://www.ilo.org/ilolex/spanish/convdisp1.htm
[3] De acuerdo a
los resultados que presenta el II Conteo de Población y Vivienda del 2005, el
municipio de Catorce cuenta con un total de 9,159 habitantes marcado por un
alto grado de migración. Para ampliar la información estadística de esta zona
en: http://www.e-local.gob.mx/wb2/ELOCAL/EMM_sanluispotosi
[4] El
hidrogeólogo Robert Moran fue contactado por el equipo técnico conformado en
2007 por la Comisión para la Gestión Integral del Agua en Bolivia (CGIAB) y la
Federación Regional Única de Trabajadores Campesinos del Altiplano Sud
(FRUTCAS) para desarrollar un informe de impacto de los recursos hídricos de la
región que sirviera para dar respuesta a las incertidumbres generadas en torno
a la actividad de la Minera San Cristobal y sus impactos relativos al agua.
[5] Las
consecuencias comienzan a sentirse en esa región donde el promedio de
precipitación pluvial oscila entre los 150 y 200 milímetros anuales, y donde la escases del agua paso de ser una
remota posibilidad a una realidad para las comunidades aledañas donde sus
pobladores han comenzado a preocuparse sobre “varias filtraciones que se han
secado, fuentes y bofedales que alimentaban su ganado, sobre disminuciones en los niveles de agua de pozos privados,
sobre la posible contaminación de aguas subterráneas y superficiales por causa
de desechos mineros, envenenamiento de flamencos y otras aves” Fragmento
extraído del Texto “Minando el agua: La mina San Cristóbal, Bolivia” de Robert
Morán, 2010. Para ampliar la información consultar en:
http://www.constituyentesoberana.org/3/destacados/122009/181209_1.pdf
[6] “La minería
moderna de metales implica principalmente la construcción de tajos abiertos
inmensos, usando explosivos y equipo mecánico con impactos mucho mayores que la
minería tradicional. Es común encontrar tajos abiertos de entre 1 a 2
quilómetros de diámetro y de 300 a 400 metros de profundidad”. Fragmento
extraído del Texto “Minando el agua: La mina San Cristóbal, Bolivia” de Robert
Morán, 2010. Para ampliar la información consultar en:
http://www.constituyentesoberana.org/3/destacados/122009/181209_1.pdf
[7] “ Los
integrantes del FDW dicen que en los trabajos exploratorios que realiza la
empresa Micón, S.A. de C.V. para la First Majestic consisten en un proceso de
flotación que implica el uso de xantatos; según otros estudios, sobre todo los
de Normabec Minning Resources, filial de la canadiense, se utilizará cianuro.
De hacerlo así, el acuífero sufrirá severos daños a un ritmo de 10 mil litros
por tonelada, lo que impactará la vida silvestre de la zona, sostiene Tunhuari
Chávez, geógrafo ambiental que se solidarizó con la defensa de Wirikuta”.
Fragmento recuperado del texto “La traición de los huicholes” de Arturo
Rodríguez García. Para ampliar información en:
http://www.eldiariodecoahuila.com.mx/notas/2011/6/5/traicion-huicholes…-236719.asp
[8] Los xantatos
son compuestos orgánicos obtenidos a partir de bisulfuro de carbono, alcohol y
un álcali, se los reconoce por su fuerte olor a azufre, solubilidad en agua, y
la toxicidad que ocasionan en la fauna acuática en niveles de 0,1 mg/L y en la
salud humana” En la explotación minera
por flotación, se usan estos detergentes y xantatos, investigados mediante
pruebas de toxicología utilizando el método de Toxicidad Aguda con peces (Pez
“Guppy”) a fin de obtener la concentración letal media: se comprobó que se
trata de uno de los tóxicos más peligrosos que se conocen. Los xantatos son
doce veces más tóxicos que los detergentes de la minería por flotación y en
ningún caso biodegradables.
http://www.elpasodelosandes.com.ar/index.php?option=com_content&view=article&id=109%3A-ipeligro-xantato-&catid=35%3Ael-paso-no42&Itemid=4
[9] Las presas
de Jales son depósitos especiales donde se almacenan los residuos mineros —
materias residuales producto de la extracción de los minerales y sustancias de
valor (jales)– para su sucesiva
limpieza.
[10]
Pronunciamiento del Consejo Regional Wixárika con fecha del 23 de septiembre
del presente año, recuperado por en la página de la Universidad de Guadalajara.
Para ampliar la información en: http://www.uaci.udg.mx/noticia.php?Id=278
[11]
Introducción del proyecto minero “La Luz” por la empresa minera First Majestic
Silver. Para ampliar la información en:
http://www.firstmajestic.com/i/misc/La-Luz-sp2.html
[12] “Informe
Técnico del proyecto minero “La luz” por la empresa Firts Majestic Silver. Para
ampliar información en: http://www.firstmajestic.com/i/pdf/NI43-101-LaLuz.pdf
[13] Estas
empresas son las filiales de First Majestic Silver.
[14] Las
actividades de First Majestic en la zona se iniciarán con la construcción del
Museo de Minería en las instalaciones que ocupa la vieja Hacienda de Santa Ana
(La Luz). Este nuevo Museo será una parada de interés para turistas que visiten
el área y dará empleo a gente de la localidad. En este momento se está
evaluando el proyecto y la inversión requerida. Una vez finalizada la evaluación,
First Majestic procederá a obtener todas las autorizaciones y permisos
necesarios. El propósito del Museo de Minería será mostrar la imagen integral
de la actividad minera en el pasado, presente y futuro.
http://www.firstmajestic.com/i/misc/La-Luz-sp2.html
Bibliografía de
apoyo:
Herrera Canales,
Inés (Coord). La minería mexicana. De la Colonia al siglo XX, 1998.
Guía Turística:
Real de Catorce. San Luis Potosí. Gobierno Federal
Gómez Rodríguez,
Moises. Tesis de doctorado: Propiedad y empresa minera en la mesa centro-norte
de México. Guanajuato, San Luis Potosí y Zacatecas, 1880-1910. Universidad
Autónoma de Barcelona, 2004. Para consultar texto
en:http://www.mineriaenlinea.com/publicaciones/enviados/mgr1de2.pdf
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