domingo, 9 de agosto de 2009

Acteal: Legalismo sobre legalidad. ¿Y la justicia?

http://www.jornada.unam.mx/2009/08/08/index.php?section=politica&article=003n2pol
“Yo estuve ahí, y los vi, porque también me dispararon”
Temen por su vida testigos de la masacre; muchos preparan éxodo
Ángeles Mariscal
Corresponsal
Sábado 08 de Agosto de 2009

Acteal, Chis., 7 de agosto. “Nosotros estamos seguros: ellos los mataron; ellos los mataron y yo estuve ahí, y los vi, porque también me dispararon.
“Quedé tirado pero los oía y sé quiénes son, porque de por sí nos conocemos, porque somos de estos parajes”, explica Victorio Vázquez. El hombre, de 57 años, originario del poblado Queshtic, fue uno de los sobrevientes de la masacre del 22 de diciembre de 1997. Ahora que la Suprema Corte de Justicia de la Nación analiza la posible exoneración de quienes se encuentran encarcelados acusados de ser los autores materiales de la matanza, el anciano expresa que se siente “muy indignado, con temor y miedo de que cuando salgan nos vengan a matar porque ya nos han amenazado por haberlos acusado que ellos fueron”.
Sentado en la puerta de su vivienda de madera, en el poblado Acteal, el hombre asegura que no hay un posible error al haber sindicado a los más de 80 indígenas de Chenalhó, quienes actualmente purgan una condena por los delitos de homicidio y lesiones calificadas.
“Los vimos, los conocimos porque no tenían la cara tapada. Si salen yo ya no voy a salir a trabajar porque las dos veces que he visitado el penal El Amate (donde están recluidos), me han dicho directamente que me van a venir a matar”.
En otra vivienda, Marina Guzmán Pérez, quien se hizo cargo del niño Efraín –que tenía cuatro años cuando sucedió la masacre, y resultó herido en la mandíbula, en tanto que su madre perdió la vida–, explica que el ahora adolescente asegura que si los detenidos por la masacre recobran la libertad, él se irá a vivir a otro lugar.
“Dice que se va a ir para siempre de aquí; tiene miedo porque quedó muy mal de la quijada. Lo que yo quiero es que no salgan, porque hay algunos que nos amenazan; aunque son predicadores de la palabra (pastores evangélicos). Tenemos temor de que si los liberan nos van a atacar de nuevo”, narra la mujer, que no puede contener el llanto.
Por su parte, Manuela Pérez Guzmán, de 45 años, quien también habita en el poblado Acteal, pide: “que por favor se haga justicia, porque ellos fueron los que nos dispararon; yo cada que camino por el paraje los recuerdo y me viene el temor. Mi hijo murió porque nos desplazamos para que no nos mataran y le dio una enfermedad y no lo pude sacar al médico. Ahora estoy muy preocupada porque van a liberar a los paramilitares, y de por sí yo no he retornado a mi casa en Queshtic, y no he regresado a mi vida, allá tenía mis cafetales, mis plantas. Nunca voy a recuperar mi casa y me voy a morir acá”.
Más violencia
Sebastián Pérez Vázquez, presidente de la Sociedad Civil Las Abejas, organización a la que pertenecieron los muertos de Acteal y en la que siguen militando los sobrevivientes, refiere que hay un sentimiento generalizado de miedo y preocupación.
“Es como si en nuestro país no existiera la ley. Las Abejas siempre hemos luchado en favor de la paz, y los paramilitares nos querían obligar a que les cooperáramos para comprar armas y luchar contra los del EZLN, por eso las autoridades de gobierno les dieron las armas, y los policías los custodiaban. Ellos prepararon bien la masacre y por eso nos duele que ahora sea como si no existiera la ley en nuestro país y quieran dejarlos en libertad.
“Si los liberan –añade– pueden generar más violencia, más desplazamientos. Algunos ya dijeron que van a volver a desplazarse si salen de la cárcel los paramilitares. Entonces ¿dónde está la ley?, ¿dónde está la justicia?, ¿cuándo van a hacer justicia contra los autores materiales?”, se cuestiona el dirigente indígena

http://www.jornada.unam.mx/2009/08/09/index.php?section=politica&article=005n1pol
El obispo de Saltillo advierte que en Chiapas no han dejado de actuar los paramilitares
Zedillo cometió en Acteal crímenes de lesa humanidad que se busca ocultar: Raúl Vera
Demanda que se rehaga el procedimiento si se integró mal la averiguación previa
Aspecto de la misa que ofició el obispo Samuel Ruiz García el 25 de diciembre de 1997, durante el entierro de los 45 tzotziles masacrados en Acteal, ChiapasFoto Archivo /Carlos Cisneros
Laura Poy Solano
Domingo 09 de agosto de 2009

La decisión que asumirá la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) sobre el caso Acteal en los próximos días no es sobre la veracidad de los hechos [de la masacre], sino por el debido proceso de quienes están acusados y plenamente identificados como culpables, pues en las pesquisas hubo un manejo deshonesto, que se hizo a propósito, para que no se concluya que son criminales, afirmó Raúl Vera López, obispo de Saltillo y presidente honorario de la Red Solidaria Década contra la Impunidad.
A casi 12 años de la matanza de 45 tzotziles –la mayoría mujeres y niños– perpetrada el 22 de diciembre de 1997 en Acteal, Chiapas, Vera López, quien en esa época se desempeñaba como obispo adjutor de la diócesis de San Cristóbal de las Casas, al lado del obispo Samuel Ruiz García, afirmó que políticamente se quiere sacar la verdad diciendo que el debido proceso no estuvo bien, pero lo que quieren es ocultar el crimen de lesa humanidad que cometieron el entonces presidente [Ernesto] Zedillo, su secretario de Defensa [Enrique Cervantes], y los jefes, tanto de la zona como de la región militar, en Chiapas.
Sin embargo, subrayó que el juicio de la historia ya lo tienen y la seguridad de que son criminales, pues el señor Zedillo es responsable de crímenes de lesa humanidad y eso nadie se lo quita, pues reconoció que el riesgo de que se deje en libertad a los autores materiales es la impunidad.
Vera también alertó que en Chiapas no han dejado de actuar los paramilitares y se siguen entregando armas, pues la guerra contrainsurgente no ha desaparecido. Y esto es su fortalecimiento, es un apoyo más a la estrategia contrainsurgente que el gobierno federal ha elegido en colaboración con la administración estatal para enfrentar el caso Chiapas.
Tras advertir que se deja al país en la violencia cuando no se ejerce la justicia ni la persecución del delito, afirmó que es evidente que se está cubriendo a los responsables de ese crimen de lesa humanidad. Esto sucede, afirmó, no sólo en Acteal, sino con todos los desaparecidos y asesinados por los paramilitares desde el Estado mexicano y por el Ejército, de donde fueron sostenidos y financiados.
En entrevista, luego de participar en el segundo Encuentro Nacional de Defensoras y Defensores de Derechos Humanos, enfatizó que hay responsables del crimen, hay una acusación ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, pero lo que está privando es la impunidad.
Insistió en que el asunto de la veracidad de los hechos está sin discusión, pues la actuación de los paramilitares está identificada perfectamente por los pobladores de la zona, y eso no está a discusión, y la SCJN sólo tiene que ver si está el debido proceso y que se rehaga el procedimiento.
El obispo de Saltillo también subrayó que en las pesquisas del caso Acteal nunca se aceptó que los responsables hubieran estado en asociación delictuosa. Por el contrario, siempre han dicho que actuaron de forma individual, lo que resulta muy curioso, pues es como decir que se encontraron de pronto para ver quién mataba a quién, y se olvida que la mayoría de las víctimas fueron mujeres y niños.

Estado, caricatura

En México, afirmó, estamos viviendo una caricatura de Estado, pues así como se corre el riesgo de dejar impune el caso Acteal, también hay otros ejemplos como el gobernador de Puebla, Mario Marín, que sigue en plenas funciones, porque lo dejaron impune, y aunque la SCJN dice que sí encontró violaciones en su caso, no hay culpables, y esto sólo quiere decir que hay impunidad.
Recordó que también hubo violaciones en San Salvador Atenco, pero no hay culpables. ¿Qué quiere decir? Que hay impunidad. Esto es dejarle carta abierta a los criminales. Hay casos muy graves vinculados a las minas. Hay nuevos derrumbes y más muertos, pero a las viudas de Pasta de Conchos se les acaba de reprimir por tratar de impedir que un ex gobernador, Rogelio Montemayor, que es un defraudador de la nación a través de su papel en la dirección de Petróleos Mexicanos, se apodere de una planta minera, pero se le protege y se le manda toda la policía.

No hay comentarios: