lunes, 14 de febrero de 2011

Atacó el Ejército de Dios.... Chiapas.

Mientras los paramilitares, la policía, el ejército y los gobiernos municipales, estatal y federal agreden cotidianamente a los zapatistas, a las organizaciones de la Otra Campaña y a toda oposición y disidencia en Chiapas, especialmente defensores de derechos humanos, comunicadores y periodistas, la contrainsurgencia en agencias y medios sin escrúpulos como EFE, Milenio, Reforma, cada cierto tiempo publica borregos tratando de criminalizar al EZLN y a la Otra Campaña.

La cerrazón ha llegado al extremo de que Concepción Villafuerte, del legendario diario Tiempo, se ha quejado de que La Jornada no publicó sobre la agresión de que fueron objeto varias personas que protestaban por la presencia (en medio de la militarización de San Cristóbal de las Casas) de Felipe Calderón para “rendir honores” a Samuel Ruiz, a quien, en vida, su partido (el PAN) y los gobiernos de distintos colores partidarios en Chiapas y en Los Pinos nunca cesaron de perseguir y calumniar.

Detrás de cada publicidad de Sabines a la Chiapas turística, y detrás de cada gacetilla (especialmente en La Jornada, uno de sus diarios favoritos) en la que se autoelogia como de vanguardia en “derechos humanos” está oculta la guerra sucia contra los zapatistas y contra toda voz digna que se oponga a sus planes de despojo y muerte. “Ejército de Dios” no es, por desgracia, una ficción, es la nomenclatura de la mente que llamó a otro grupo de paramilitares: “Paz y Justicia”. La perversa manera de bautizar a los grupos contrainsurgentes.


Babel

Atacó el Ejército de Dios- Alas de Águila

Javier Hernández Alpízar

No es el título de una obra de ficción que vayamos a reseñar. Es la noticia del ataque de un grupo criminal armado en Chiapas contra un plantón de campesinos en el municipio de San Cristóbal de las Casas.

Los campesinos, ejidatarios de Mitzitón pedían, con su plantón, la liberación de dos presos políticos (de las decenas ellos que hay en Chiapas) del gobierno perredista de Juan Sabines Guerrero.

El 13 de febrero: “A las 11 de la noche –en el reporte del Centro de Medios Libres DF: (http://cmldf.lunasexta.org/node/17951) un grupo de la organización Alas de Águila, señalada por sus métodos paramilitares, empezaron a disparar armas de fuego sobre el plantón de los ejidatarios de Mitzitón, adherentes de La Otra Campaña. Como consecuencia de la agresión se reporta gravemente herido de bala al señor Carmen Jiménez Heredia, indígena tzotzil adherente de La Otra Campaña, quien fue trasladado al hospital a la cabecera municipal de San Cristóbal de las Casas, pero al ser grave su herida y requerir inmediata operación quirúrgica será trasladado a Tuxtla Gutiérrez, capital del estado de Chiapas, a 80 kilómetros. Se reportan otros dos ejidatarios adherentes golpeados. A la media noche también se reportaban 2 ejidatarios adherentes retenidos por El Ejército de Dios.”

La coordinación del grupo paramilitar con la estrategia contrainsurgente militar del gobierno de Calderón y el de Sabines exhibe perfecta sincronía: “Tras la agresión, alrededor de la medianoche se reporta un camión militar en la entrada de la comunidad con unos 40 soldados. La policía se dispone a rodear la comunidad, con el fin de “proteger”, en realidad unos y otros, federales y estatales respaldan a los paramilitares, quienes a su vez son el ariete para abrir paso a la carretera que no comunicará a las comunidades, ni sacará sus productos para comercializarlos, sino que servirá a los capitales transnacionales y al turismo industrial y sus capitales que en nombre de pocos saquean a las mayorías de los territorios indígenas.”

El Centro de Medios Libres finaliza: “Los adherentes de Mitzitón están reunidos y amanecerán despiertos tras la agresión, dado que se reportan reunidos varios miembros de la organización paramilitar El Ejército de Dios en la casa de Francisco, líder de uno de los grupos agresores, lo que puede convertirse en una nueva agresión contra los adherentes, sobre todo ante el respaldo policiaco y militar a los agresores.”

Los ejidatarios agredidos piden poner atención a la situación, pues “los paramilitares Ejército de Dios, protegidos por los tres niveles del mal gobierno, nos siguen agrediendo, hostigando y amenazando de muerte cada vez más, y también vemos señales de que quieren echar a andar otra vez el proyecto de despojo de nuestro territorio, a través de la construcción de la autopista.”

Las denuncias del ejido Mitzitón desde hace meses han evidenciado que el grupo paramilitar parapetado tras una fachada “religiosa” (para que el gobierno pueda decir que son “conflictos interreligiosos”) comete delitos como tala de bosques, tráfico ilegal de personas, agresiones físicas por atropellamiento, con machetes, y ahora disparando las armas de fuego que una y otra vez el pastor “religioso” que los lidera negó tener.

El conflicto es porque los ejidatarios agredidos defienden su tierra y territorio ante un proyecto de despojo, bajo la forma de una carretera. Así como en las cascadas de Agua Azul es bajo la fachada de un “proyecto ecoturístico”; ahí el ariete es otro grupo paramilitar, la OPDDIC, de filiación priista, y hay diez presos políticos más de la Otra Campaña en Chiapas, después de la agresión con la que los priistas se apoderaron de la caseta que cobra el servicio a los turistas.

La agresión en Agua Azul ha sido usada por la prensa para tratar de hacer pasar a la Otra Campaña en Chiapas y al EZLN como “agresores” e incluso como “secuestradores” de turistas extranjeros (tratando de minar el apoyo internacional que tiene el EZLN en grupos de derechos humanos), pero esa prensa calla y oculta que los plantes carreteros, turísticos y presuntamente ecológicos (Montes Azules) son un plan económico y militar que pretende despojar a las bases de apoyo zapatistas y sus municipios autónomos, así como a otros indígenas independientes del gobierno perredista de Chiapas, al tiempo que incrementan el nivel de violencia de los paramilitares como Ejército de Dios, la OPDDIC y otros, que militan en las filas del PRI, el PRD, el PFCRN y hasta del Partido Verde (repudiado por los Partidos Verdes europeos).

Mientras los paramilitares, la policía, el ejército y los gobiernos municipales, estatal y federal agreden cotidianamente a los zapatistas, a las organizaciones de la Otra Campaña y a toda oposición y disidencia en Chiapas, especialmente defensores de derechos humanos, comunicadores y periodistas, la contrainsurgencia en agencias y medios sin escrúpulos como EFE, Milenio, Reforma, cada cierto tiempo publica borregos tratando de criminalizar al EZLN y a la Otra Campaña.

La cerrazón ha llegado al extremo de que Concepción Villafuerte, del legendario diario Tiempo, se ha quejado de que La Jornada no publicó sobre la agresión de que fueron objeto varias personas que protestaban por la presencia (en medio de la militarización de San Cristóbal de las Casas) de Felipe Calderón para “rendir honores” a Samuel Ruiz, a quien, en vida, su partido (el PAN) y los gobiernos de distintos colores partidarios en Chiapas y en Los Pinos nunca cesaron de perseguir y calumniar.

Detrás de cada publicidad de Sabines a la Chiapas turística, y detrás de cada gacetilla (especialmente en La Jornada, uno de sus diarios favoritos) en la que se autoelogia como de vanguardia en “derechos humanos” está oculta la guerra sucia contra los zapatistas y contra toda voz digna que se oponga a sus planes de despojo y muerte. “Ejército de Dios” no es, por desgracia, una ficción, es la nomenclatura de la mente que llamó a otro grupo de paramilitares: “Paz y Justicia”. La perversa manera de bautizar a los grupos contrainsurgentes.

Este 2011, que iniciara con las calumnias de EFE al EZLN y luego con la muerte de Samuel Ruiz, lo han convertido los gobiernos de Calderón y Sabines en el del repunte de la paramilitarización en Chiapas, pero los tres partidos que llevaron al gobierno a Sabines (PRD, PT y Convergencia) simplemente callan.

No hay comentarios: